Amigdalitis – ¿Qué es la amigdalitis?
La amigdalitis es una infección de las amígdalas. Estas pequeñas masas en la parte posterior de la boca, que forman parte del sistema linfático, están diseñadas para proteger el cuerpo contra las infecciones. Las amígdalas producen anticuerpos para combatir las bacterias y otros microbios, pero pueden verse invadidas por las bacterias y provocar síntomas de amigdalitis. En algunos casos, la enfermedad se puede curar con antibióticos. Sin embargo, si la enfermedad persiste o empeora, puede ser un signo de problemas más graves.
La amigdalitis es una infección común, que generalmente ocurre a partir de una infección viral. Las amígdalas son tejidos glandulares que se encuentran en la parte posterior de la boca y son la primera línea de defensa contra bacterias y virus que invaden el cuerpo. Las amígdalas suelen alcanzar su tamaño máximo en la infancia, entre los cuatro y los siete años de edad, y desempeñan un papel vital en el sistema inmunológico. Si se infectan, producen células inmunitarias defensivas conocidas como macrófagos, que engullen a los organismos infectantes y liberan enzimas digestivas para matarlos. Sin embargo, cuando la condición se vuelve más severa, puede causar dolor de garganta, glándulas del cuello inflamadas y dolor.
La infección de las amígdalas generalmente es causada por un virus, pero también puede ocurrir por una infección bacteriana. Una infección bacteriana es la causa más común de amigdalitis, que también se asocia con fiebre y secreción nasal. En tal caso, los antibióticos son inútiles, pero la medicación y el descanso aliviarán sus síntomas. Alternativamente, su médico puede recetarle medicamentos que reducirán su dolor e inflamación.
La amigdalitis puede causar una gran cantidad de problemas. Es importante consultar a un médico tan pronto como note los primeros síntomas de una infección. El médico lo examinará y hará un diagnóstico. Un buen plan de tratamiento dependerá de si la infección es bacteriana o viral. Puede tomar analgésicos de venta libre o ibuprofeno para reducir las molestias. Si tiene alguno de estos síntomas, debe intentar beber muchos líquidos tibios para aliviar el dolor. Además, debe lavarse las manos después de tocarse la nariz y compartir alimentos.
A pesar de que la amigdalitis es causada por una infección bacteriana, generalmente se puede tratar con antibióticos. La infección también puede conducir a piedras en las amígdalas. Los cálculos están formados por células muertas, saliva y partículas de alimentos y pueden ser difíciles de eliminar. En algunos casos, los cálculos pueden caerse por sí solos, pero algunos deben someterse a una cirugía para extraerlos. La genética y los sistemas inmunológicos deficientes son otras razones para la amigdalitis recurrente.
Un médico realizará una amigdalectomía para extirpar las amígdalas inflamadas. Este procedimiento se realiza cuando se vuelve imposible tolerar el dolor o la hinchazón de las amígdalas. Una amígdala hinchada o dolorosa puede interferir con la respiración, la alimentación e incluso la deglución. La extirpación de las amígdalas es un procedimiento quirúrgico llamado amigdalectomía. Es muy doloroso y puede causar fiebre. Si bien el tratamiento de la amigdalitis depende de la causa de la enfermedad, este procedimiento es muy efectivo y puede curarla por completo.
Por lo general, un médico recomendará antibióticos para la amigdalitis. El tratamiento de esta enfermedad depende de la causa de la infección. En la mayoría de los casos, los antibióticos se administran como una inyección única o como pastillas. El dolor desaparecerá en 2 a 3 días. Aunque una amigdalectomía es un procedimiento doloroso e incómodo, puede mejorar sus posibilidades de evitar otras complicaciones y prevenir otra infección. Es necesario seguir cuidadosamente las instrucciones y recibir la atención médica adecuada.
La amigdalitis aguda es el tipo más común de amigdalitis. Se caracteriza por fiebre, dolor de garganta y una saburra amarilla o blanca. Los síntomas pueden incluir dolor de garganta y fiebre, glándulas inflamadas en el cuello y dificultad para tragar. Si una persona tiene dolor de garganta persistente, el sitio astronomia2009.org.mx
puede recomendar antibióticos. Una amígdala inflamada debe tratarse lo antes posible.
Además de fiebre y dolor de garganta, la amigdalitis se acompaña de otros síntomas como fiebre y mal aliento. Las amígdalas inflamadas también pueden hacer que tragar sea doloroso o imposible. Los pacientes pueden incluso experimentar respiración bucal y ronquidos si sus amígdalas están inflamadas. Cuando estos síntomas persisten, es probable que la infección sea crónica. Las personas afectadas pueden tener dolores de garganta persistentes, dolor en el cuello y en los ganglios linfáticos cervicales, y pueden desarrollar neumonía.